Cómo preparar las máquinas compactadoras antes de trabajar con ellas
En este artículo explicamos cómo hay que preparar las máquinas compactadoras para que el trabajo realizado tenga un resultado de buena calidad. En primer lugar, es necesario cuidar lo mejor posible las «herramientas» necesarias y verificar su buen estado y funcionamiento. Por eso, antes de comenzar el trabajo, es necesario echar una ojeada a la máquina en su totalidad y revisar sobre todo el motor, el sistema hidráulico y el de aspersión de agua. Así se detectarán a tiempo los posibles fallos que luego, en el momento de la aplicación, podrían llegar a causar problemas graves.
Actividades antes de comenzar el trabajo se deben realizar las siguientes comprobaciones:
- Llenar los depósitos de agua
- Comprobar el filtro de agua (y si hace frío, desenroscarlo para que la bomba se vacíe)
- Revisar las toberas y, si hace falta, limpiarlas o renovarlas
- Si hay riesgo de heladas, lo mejor es vaciar el sistema de aspersión al completo y desenroscar todas las toberas
- Comprobar el nivel del aceite del motor
- Mirar cuanto gasóleo hay en el depósito
- Realizar una prueba general de funcionamiento (en los frenos, la luz, la bocina, los intermitentes de emergencia, etc, para comprobar que todo funciona correctamente)
Comprobaciones que son necesarias realizar sobre los rascadores:
- Comprobar que ejercer una presión de contacto homogénea sobre los tambores
- Revisar si distribuyen de forma homogénea el agua de aspersión
- Deben desprender las partículas grandes
Hay que tener en cuenta que los rascadores plegables no necesitan mantenimiento, pero los rascadores fijos deben verificarse regularmente y
reajustarlos cuando haga falta.
Por último, en los rodillos de neumáticos, la eficacia de la compactación depende en gran medida de la presión de los neumáticos. La presión idónea se ajusta en función de la carga concreta de la rueda, de modo que las ruedas tengan una superficie de contacto plana. Las velocidades de trabajo se encuentran entre 4 y 8 km/h.